sábado, 25 de febrero de 2017

Ahí está, es él; su nombre: MAGNUS CARLSEN !! (16)

¡Qué bonita es la vida del artista!. Sobre todo del que triunfa (!?) como es el destacado caso del actual campeón del mundo, Magnus Carlsen.

En la crónica anterior, al todavía niño de once años, lo habíamos dejado jugando en Helsinki (Finlandia) y en esta llega a la segunda ciudad más grande de Noruega, la que constituye la antesala a sus famosos fiordos. Nos referimos a la bella “Bergen”, donde desde el 20 al 28 de Julio de 2002, Magnus y su padre Henrik (un fuerte aficionado) jugaron el Torneo Abierto  de aquella bonita ciudad, como la apreciamos en su foto.

Bergen - Noruega

En el evento participaron 40 ajedrecistas, con muchos maestros entre ellos.

Antes de empezar con Magnus, vemos que Henrik que terminó clasificado en el 36º lugar, consiguió al menos un empate contra un ajedrecista de 2121 puntos Elo (!?), Terje Karlsen, también de Noruega.

Esto nos da a entender que papá Henrik tenía elementos de juicio objetivos para confiar en la creciente fuerza ajedrecística de su hijo…

El padre de Magnus, Henrik Carlsen


Los resultados individuales de Magnus en este Open fueron los siguientes:

Carlsen, ronda por ronda, en el Abierto de Bergen 2002

Y la clasificación general nos muestra al chico (ya con 2214 puntos-¡subía como la espuma!) finalizando en la 17ª posición y obteniendo otra vez una performance superior a su Elo, en este caso de 2279 puntos; significado éste que nos indica que el niño seguía progresando adecuadamente y que ya se encontraba en las puertas de la ¡maestría internacional!, pues incluso logró aumentar aquí siete puntos más su rating particular:

(Para ampliar la imagen, haga "click" sobre ella):
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Clasificación final del Bergen Sommer Open 2002 

Agdestein en “Wonderboy” comentó dos partidas del muchacho:

1)      Instefjord, Stian (1603)-Carlsen, Magnus (2214); Bergen Sommer op (1) 20-7-2002 – 0-1 en 35 jugadas.-

Este encuentro resulta muy característico de cómo jugamos la mayoría de los buenos aficionados al ajedrez de hoy.

Instefjord con sólo 1.603 puntos Elo que equivale casi a la Tercera División mundial, jugó en determinados momentos de este cotejo como un auténtico maestro (!?).

Nuestro ídolo Carlsen se durmió en los laureles en la apertura y en la posición del diagrama nº 1 reculó falsamente con su caballo en vez de expandirse por el flanco de dama. Esto provocó que su débil peón “d” se convirtiera en una peligrosa “falla”.

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Diagrama nº 1

A partir de entonces, las blancas se crecieron (como lo hubiéramos hecho muchos de nosotros) y jugaron muy bien.

En la posición del diagrama nº 2, Instefjord gozaba de una tremenda situación dominante.

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Diagrama nº 2

Así terminó ganando la susodicha “colilla” de “d6”.

Magnus, viéndose en apuros, complicó la partida y ahí es donde Instefjord, como nos hubiera también sucedido a “casi” todos, no acertó por dos veces con la mejor continuación que le hubiera reportado ventaja; primero en la posición del  diagrama nº 3 y luego en la posición del diagrama nº 4.

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Diagrama nº 3

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Diagrama nº 4

Agdestein en su bonito libro comenta perfectamente cuáles eran las soluciones precisas en ambos momentos.

Os insto, estimados lectores, a que busquen las mismas en ese libro.

Lo que surgió después fue la reivindicación de Magnus que llegó a “buen puerto” (no olvidemos que en Bergen recalan siempre los mejores cruceros que van de paso hacia los fiordos) porque en la posición del diagrama nº 5, con su amenaza de mate, decidió totalmente la contienda a su favor.

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Diagrama nº 5 y partida completa

Por tanto, esta partida debe ser una buena referencia para conocernos bien a nosotros mismos, como grandes aficionados que somos, pero que en realidad, sólo brillamos “fugazmente” como maestros, sin llegar jamás a serlos…

He tenido pues, suficiente por hoy.

En la crónica siguiente, veremos la segunda partida de Carlsen de este evento, que comentó Simen Agdestein en su mágico libro “Wonderboy”.

Este cronista no tiene prisa alguna para mostrarles la fuerza ajedrecística de uno de los mejores ajedrecistas de todos los tiempos, de Magnus “dinamita” Carlsen.

Henrik Carlsen con sus cuatro hijos

Les recuerdo, queridos lectores, que para apreciar el talento del artista, hay que hacerlo con calma, como el que se toma una buena copa de vino.

Para nada vale el mundo frustrante y alocado de hoy.


Fdo.- Angel Jiménez Arteaga

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